Cuando la vida se transforma en una repetición de hábitos, donde no hay reflexiones, dejándonos llevar por la conformidad...de la nada un suceso extraños acontece ante nosotros, ¿Como reaccionar?
les comparto algunas frases de este libro que me gustaron.
"La gente se casa, se quiere todavía un poco de tiempo, trabaja. Trabaja tanto que se olvida de quererse"
"En el momento de la desgracia es cuando se acostumbra uno a la verdad, es decir al silencio"
"El mal que existe en el mundo proviene casi siempre de la ignorancia"
"El vicio mas desesperado es el vicio de la ignorancia"
"Hay quien es todavía mas prisionero que yo"
"El habito de la desesperación es peor que la desesperación misma"
"Mentir cansa mucho"
"Nada en el mundo merece que se aparte uno de los que ama"
"La prueba mas cruel es siempre beneficiosa para el cristiano. Y justamente lo que el cristiano debe procurar es encontrar su beneficio, y saber de que esta lleno ese beneficio, y cuál es el medio de encontrarlo"
"Todas las desgracias de los hombres proviene de no hablar claro"
"Hay una cosa que se desea siempre y se obtiene a veces: la ternura humana"
viernes, 19 de mayo de 2017
jueves, 18 de mayo de 2017
miércoles, 17 de agosto de 2016
lunes, 27 de junio de 2016
Pequeños placeres de la vida
Felicidad “Estado de
ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que
desea o por disfrutar de algo bueno”. Esto es básicamente lo que todos buscamos
o anhelamos, queremos ser felices a toda costa, pero creo que por estar en
busca de la felicidad nos hemos perdido de pequeños placeres de la vida que en
definitiva son parte de nuestra felicidad.
Mencionare unas pequeñísimas
cosas que nos hacen tan felices pero que normalmente no los notamos, sin
ellos la vida no sería tan bonita.
1. Comerte un chocolate
2. Tomarte un vaso de
agua después de haber caminado bajo sol
3. Encontrar la sombra
de un árbol
4. Hacer pis después de
haberte aguantado medio día
5. Encontrar dinero en la
ropa sucia
6. Quitarte el sostén después
de un día agotador (valido solo para mujeres)
7. Bañarse
8. Dar un beso
9. Caminar descalzo
10.Dormir
11.Ir al banco y que no haya
nadie haciendo fila
12.Andar en calzón en
casa
13.Reír
14.Que te den un abrazo
Hay muchos más, solo
hay que detenernos un momento y disfrutarlos, ellos son esa felicidad que
buscamos.
viernes, 17 de junio de 2016
Mi bebe
Mi bebe ya casi tiene 3 años, han pasado volando, en todo
este tiempo he aprendido muchas cosas con él, he sido enfermera, llega un
momento que sin necesidad del termómetro calculas la temperatura cuando el niño
tiene fiebre jejeje es verídico, conoces tan bien a tu hijo que sabes que
medicamento responde mejor, que tecito puede tomar cuando le duela el estómago,
entre otros.
He sido psicóloga, los niños pequeños no saben expresar bien
sus frustraciones, bueno…si a nosotros como adultos nos cuesta imagínense a un
niño pequeño, así que a la mami le toca hacer de psicóloga y tratar de entender
lo que pasa, hacer que se sienta seguro, es un trabajo arduo, de tiempo y
tacto.
Peluquera, este lo ejercí solo el primer año, me pareció un
pecado seguir con esta profesión en mi hijo, era muy probable que los niños se
rieran de él, aunque de vez en cuando le doy una cortadita a una que otra
mechita mal ubicada.
Chef, esta es la que más me gusta, me encanta cocinar e
inventarme cosas para que el pruebe diferentes sabores y olores, y me resulto fácil
porque mi hijo no es de gustos muy extravagantes, él come de todo.
Entre otras tantas cosas como maestra, guía turística,
cantante, arquitecta (con lego) y más; me pongo sentimental porque estamos
pasando a otra etapa, el ya dejo de ser un bebecito ahora es un niño más
independiente, se quiere vestir solo, come solo, hasta intenta bañarse solo y
sobre todo ya dejamos la chichi, cosa que creo que me hará más falta a mí que a
él, darle el pecho era nuestro momento madre-hijo, ahora tendré que ver que
otras actividades haremos porque la chichi ya no estará más.
Los hijos crecen rápido, hay que disfrutarlos cada momento,
cada travesura que hacen, nunca vuelven a ser bebes de nuevo.
miércoles, 9 de marzo de 2016
¿Qué haría sin que me pagaran?
En estos días he estado trabajando con emprendimiento,
liderazgo, estimulo de ideas y otros temas a fines, los cuales me han hecho
detenerme un momento a pensar en que si realmente hago lo que me gusta o si únicamente
estoy trabajando por un salario, he estado pensando en que es aquello que me
apasiona como dice una de mis compañeras “¿Qué haría sin que me pagaran”,
pregunta que se escucha fácil pero que requiere de tiempo el responderla, para
dar una respuesta es necesario conocerse y ser honesto con uno mismo.
Me he dado a la tarea de pensar en lo que me gusta o
apasiona, eso que no me molesta hacer y que al contrario me estimula o desestresa;
creo que ya lo encontré lo que me gusta hacer es escribir versos, pensamientos
o frases en pequeñas tarjetas o papelitos ya sea para mí o para regalar;
revisando mi libreta de apuntes encontré muchas notas que había hecho en
momentos diferentes y quise compartirlas con ustedes.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Naturaleza Salvaje
Hemos escuchado y visto muchas veces en la tv sobre la
naturaleza salvaje, animales feroces, depredadores, una naturaleza cruel y
agresiva.
Quiero compartir con ustedes una breve historia sobre una
naturaleza no tan salvaje y sobre un ser humano no tan inocente.
Naturaleza Salvaje.
Fermín un niño alegre y cariñoso, sueña con ser súper héroe,
aunque sus nervios lo han traicionado en más de una ocasión. Vive en la ciudad,
su entorno son edificios color gris, la melodía de los vehículos en las horas
pico y tiendas por doquier.
No es amante a la naturaleza y no simpatiza con algunos animales,
no es para menos, su único contacto con algo color verde son un par de macetas
en la casa, le teme a las arañas pues tienen muchas patas y son peludas.
—A un niño de
la escuela lo pico una araña y casi pierde el dedo— cuenta Fermín.
—Una picadura
de hormiga te puede dar alergia, los gusanos peluditos te queman, las
serpientes son venenosas y ¡te puedes morir!— lo último tiene algo de cierto no
lo podemos negar.
El concepto
de naturaleza que se hacía Fermín era peligroso y salvaje, algo que se debía evitar
a toda costa.
Pero para la
suerte de este pequeño, esto iba a cambiar, su madre lo inscribió en una excursión,
visitarían una reserva natural. Como un buen chico se equipó con todo, como si
se internaría en la selva más espesa e inhóspita del mundo y es que a él le
gustaba Indiana Johns.
En su bolso
repelente, alcohol, venditas, la navaja de su abuelo, comida —Uno nunca sabe
que puede ocurrir en un lugar tan peligroso— exclamaba Fermín.
Llegaron a la
reserva e inician un recorrido por el lugar, todos los niños emocionados por
las cosas nuevas que veían, pero Fermín estaba algo nervioso con las novedades,
y cada ruido lo asusta poniéndolo alerta. Hacen una pequeña estación en casa de
un señor y Fermín aprovecha para ir al baño —era una letrina se imaginaran el
sustito que se llevó— en eso el grupo decide avanzar y no se percatan de la
ausencia del pequeño; el susto mayor se lo llevaría Fermín al darse cuenta el
grupo ha avanzado sin él y decide que los alcanzara.
Va lentamente
caminando por el sendero, escuchando un sin número de ruidos extraños para él,
las ramas moviéndose de forma amenazante, siente un escalofrió que le recorre
todo el cuerpo y decide acelerar el paso, llega a un gancho de camino, se
encuentra con dos opciones, no sabe cuál tomar pero se arriesga con el camino
de la izquierda y es ahí donde Fermín toma la mejor decisión de su vida,
perderse entre el verde de los árboles y el cantar de las aves. —aunque él creía
que ese camino lo llevaría hasta donde estaba el bus.
Fermín con
miedo y sollozando decide recostarse en un árbol, en eso sopla un viento y las
ramas se sacuden, escucha un leve susurro que no sabe de dónde viene.
—Pequeño no
llores.
—No estoy
llorando —dice Fermín— solo está lloviendo en mis ojos.
—¿Cómo te llamas?
—Soy Fermín,
¿Pero qué hago? Estoy quedando loco hablando solo.
—No estás
loco, hablas conmigo.
— ¡Aquí asustan!
¿Qué quieres espíritu? —grita Fermín.
—jajaja —se escucha
una risa— mira hacia arriba.
Fermín voltea
a ver hacia arriba, y ve un árbol grande, era un hermoso Guanacaste de oreja,
—¿Estás
perdido? —pregunto el Guanacaste, preocupado por Fermín.
El pequeño
entre sollozo y suspiros no hallaba que hacer, de repente siente una pequeña
cosquilla, ve su mano y estaba subiendo una pequeña arañita.
—haaaaaaaa—
grita Fermín desesperado —una araña asesina, sálvenme por favor, me comerá la
mano.
—No grites la
asustaras —dice el Guanacaste— solo está caminando no te hará ningún daño, ella
al igual que tu solo quiere llegar a su casa, mira ahí donde están esas telas
de araña, ella tejió su hogar.
—Pero seguro
que no mata—dijo Fermín muy asustado
—No, da la
vuelta y observa donde va para que conozcas su casa.
Cerca de una
rama se encontraba una tela de araña grande y elaborada, era la casa de ese
pequeño ser inofensivo.
Fermín se quedó
sorprendido, del trabajo que la araña había realizado y aunque no había perdido
el miedo se tranquilizó un poco al saber que no lo mataría.
—La
naturaleza puede ser muy agresiva— dijo Fermín muy seguro.
—No más que
el hombre— dijo el Guanacaste.
—¿Cómo?
—pregunto Fermín, el no entendía eso.
El árbol de Guanacaste
le pidió que subiera a sus ramas, Fermín nervioso y desconfiado lo hizo, él le
mostro una parte de la reserva que estaba deforestada, habían talado una parte
del bosque.
— ¿Cómo paso
eso? —Pregunto Fermín
El Guanacaste
con mucha paciencia le explico, que el hombre por su incansable ambición tala
los arboles sin permiso, para vender la madera preciosa, sin importarle el daño
que hace al medio, sin pensar en los animales que ahí habitan, los nidos que
dañan, las crías que mueren, los ríos se secan, las especies nativas se
pierden.
—Es un
desastre!— Exclamo Fermín, sorprendido por tal daño.
—Los animales
no lastiman al hombre, solo se defienden de los ataques, de la invasión que
ellos hacen, los animales son criaturas trabajadoras como las hormigas,
artistas como las arañas, cantantes como los pájaros.
Fermín
reflexiono un poco sobre la naturaleza no tan salvaje, el salvaje es el hombre
que destruye sin medida, que lastima a los otros seres, que no resiste vivir en
armonía.
En eso Fermín
se recostó en el árbol de Guanacaste, serró sus ojos y escucho unas voces.
—Fermín! Fermín!
¿Dónde estabas?, estaba preocupada, tu solo en esta selva, ¿Te quedaste
dormido? —Dijo la maestra preocupada.
—No estaba
solo, me acompaño el Guanacaste y los otros animalitos que viven acá.
—Hay Fermín,
estabas soñando.
Fermín sabía
que nadie le creería su conversación con el Guanacaste, pero ese día cambio su
vida para siempre, desde entonces ha decidido observar más de cerca los
animalitos que se encuentra.
Trata de
respetar la naturaleza que lo rodea, transmitiéndole lo que sabe a sus
compañeritos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)